Cómo Hacer Crepas Perfectas en Casa – Receta Fácil

Hay descubrimientos que te cambian la vida, y no, no estoy hablando de la rueda ni del fuego. Hablo de esos pequeños momentos, como ir a una cafetería sin tener la menor idea de qué pedir, copiarle a tu pareja y terminar descubriendo una de las maravillas de la cocina francesa: las crepas. Así, de pura casualidad, fue como esta receta llegó para quedarse. Y es que una vez que pruebas una crepa casera, bien hecha, te das cuenta de que has estado viviendo en el error.
Por si no lo sabías, las crepas nacieron por un “feliz accidente” en la región de Bretaña, Francia, en el siglo XIII. Una mujer derramó accidentalmente un poco de gacha de trigo sarraceno sobre una piedra plana y caliente en la chimenea y… ¡voilà! Así que si a ti se te cae la masa, no te preocupes, solo estás honrando la tradición.
Ingredientes
La lista es corta y simple, no necesitas más para triunfar.
Para la masa (rinde unas 12 crepas):
- 1 ⅓ taza de harina de trigo común (190 g)
- 2 tazas de leche entera (créeme, la entera le da mejor cuerpo), a temperatura ambiente.
- 2 huevos grandes, también a temperatura ambiente.
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal (30 g), derretida y ligeramente enfriada.
- 1 cucharada de azúcar (para ese toque dulce justo).
- 1 pizca de sal (el secreto para resaltar todos los sabores).
- Un poco de mantequilla extra para engrasar la sartén (solo para la primera, no te emociones).
Para el relleno (aquí mandas tú):
- El Clásico: Nutella y fresas o plátano en rodajas.
- El Elegante: Queso crema batido con mermelada de arándanos o frambuesas.
- El Indulgente: Helado de vainilla con un chorrito de salsa de caramelo o chocolate.
- El Sorpresivo (pero funciona): Jamón y queso. Sí, una crepa dulce puede ser la base de algo salado.
Procedimiento
- Mezcla de secos: En un tazón grande, cierne la harina con un colador. Esto no es de chefs presumidos, es para evitar grumos y que la masa quede más fina. Luego, añade el azúcar y la sal y mezcla todo con un tenedor.
- Preparando los líquidos: Derrite la mantequilla en el microondas o en una ollita a fuego bajo (no dejes que hierva, solo queremos que se derrita). En otro tazón, bate ligeramente los dos huevos. Añade la leche y la mantequilla ya derretida y mezcla bien.
- La unión mágica: Ahora, vierte poco a poco la mezcla de líquidos sobre los ingredientes secos mientras bates con un batidor de globo. Sigue batiendo hasta que tengas una masa homogénea y sin grumos. Si eres de los míos y buscas el camino fácil, puedes echar todos los ingredientes a la licuadora y licuar por 30 segundos. Queda perfecta, aunque luego toque lavar más cacharros.
- El reposo sagrado: Cubre el tazón con plástico de cocina y deja que la masa repose en el refrigerador por lo menos 20 minutos. Este paso no es negociable, luego te explico por qué en los tips.
- ¡A cocinar se ha dicho!: Calienta una sartén antiadherente de unos 20-25 cm a fuego medio. Cuando esté caliente, unta un poquito de mantequilla con una servilleta de papel. Solo necesitarás hacer esto para la primera crepa.
- El primer intento: Vierte aproximadamente ⅓ de taza de la masa en el centro de la sartén caliente e inmediatamente inclina y gira la sartén en círculos para que la masa cubra toda la base en una capa fina y uniforme.
- La vuelta de la victoria: Cocina la crepa por unos 40-50 segundos, o hasta que los bordes empiecen a dorarse y despegarse solos. Con una espátula (o con un movimiento de muñeca valiente, como si voltearas una tortilla), dale la vuelta.
¿Sabías que en Francia, durante la fiesta de la Candelaria, es tradición intentar voltear una crepa al aire mientras sostienes una moneda de oro en la otra mano para atraer prosperidad? Tú inténtalo con el control de la tele, a ver qué pasa.
- El toque final: Cocina el otro lado por unos 20-30 segundos más, solo hasta que esté ligeramente dorado. Desliza la crepa a un plato y repite el proceso con el resto de la masa. Apila las crepas una sobre otra; se mantendrán calientes.
- Rellena y disfruta: Sirve tus obras de arte rellenas con lo que más se te antoje. Dóblalas en cuatro o enróllalas. El límite es tu imaginación (y lo que tengas en la despensa).
Tips y Consejos
- El porqué del reposo: Dejar reposar la masa permite dos cosas: que el gluten que desarrollaste al batir se relaje (lo que resulta en crepas más tiernas y no correosas) y que la harina se hidrate por completo, dándole a la masa una consistencia perfecta. Si te saltas este paso, es como ir al gimnasio y no estirar. Mal plan.
- La temperatura es clave: Si la sartén está demasiado caliente, la masa se cocinará antes de que puedas esparcirla bien. Si está muy fría, la crepa se pegará. El fuego medio es tu mejor aliado. La primera crepa casi siempre es de prueba, así que no te frustres si sale regular; úsala para ajustar tu temperatura.
- Conservación y recalentado: ¿Te sobraron crepas? ¡Qué autocontrol! Déjalas enfriar por completo, apílalas separando cada una con un trozo de papel encerado o de horno, envuélvelas bien en plástico de cocina y guárdalas en el refrigerador (hasta 3 días) o en el congelador (hasta 2 meses). Para recalentar, pásalas unos segundos por la sartén caliente.
- Lleva tus crepas al siguiente nivel: Añade a la masa una cucharadita de extracto de vainilla, la ralladura de una naranja o un chorrito de ron o brandy. Estos pequeños detalles transforman una buena crepa en una crepa espectacular.
- ¿Sin grumos, sin licuadora?: Si después de batir a mano todavía tienes grumos tercos, no entres en pánico. Simplemente pasa la masa por un colador fino antes de dejarla reposar. Problema resuelto.
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