Cómo Hacer Baozi (Mejor que en el Anime)

¿Te suena familiar? Estás viendo la tele, quizás una de esas series de anime que te marcaron o al mismísimo Po en Kung Fu Panda, y de repente, los personajes se comen unas misteriosas bolas blancas, esponjosas y humeantes. No sabes qué son, pero sabes que las necesitas en tu vida. A mí también me pasó. Durante años, fueron un enigma culinario hasta que el bendito internet nos reveló su nombre: Baozi.

Si estás aquí, es porque tú también quieres resolver ese misterio en tu propia cocina. Y déjame decirte que has llegado al lugar indicado. Hoy no solo vamos a preparar esos panes al vapor que te conquistaron a través de la pantalla, sino que vamos a hacerlos legendarios.

Y hablando de leyendas, ¿sabías que se dice que los baozi fueron inventados por el estratega militar Zhuge Liang? La historia cuenta que los creó con forma de cabeza humana para ofrecerlos a los dioses en lugar de sacrificios reales. Un poco oscuro, sí, pero increíblemente delicioso. ¡Vamos a cocinar!

Ingredientes

He ajustado un poco las cantidades para que no haya pierde. Si no encuentras algo, te dejo un plan B.

Para la masa (rinde para unos 10-12 baozi):

  • Harina de trigo común: 370 g
  • Azúcar: 30 g (unas 2 cucharadas)
  • Levadura fresca: 8 g (o si usas levadura seca de panadero: 3 g)
  • Aceite de girasol (o cualquier aceite neutro): 1 cucharada
  • Agua tibia: Entre 150 y 180 ml. (Empieza con 150 ml y añade más si la masa lo pide. El agua debe estar tibia al tacto, ¡no caliente! O matarás a la levadura antes de que haga su magia).

Para el relleno:

  • Carne picada de cerdo: 350 g (la de cerdo es más tradicional y jugosa, pero con res también queda genial).
  • Cebolleta (cebolla de verdeo o cambray): 2-3 tallos, solo la parte verde, picada finamente.
  • Jengibre fresco: 1 cucharadita, rallado muy fino.
  • Salsa de soja: 2 cucharadas
  • Salsa de ostras: 1 cucharada (¡es un potenciador de sabor increíble!)
  • Aceite de sésamo tostado: 1 cucharadita
  • Aceite perfumado con pimienta de Sichuan: 2 cucharadas (te explico abajo cómo hacerlo).
  • Polvo “13 especias” (o 5 especias chinas): ½ cucharadita. Si no lo encuentras, el de 5 especias es un excelente sustituto.
  • Chile en polvo o Sriracha (opcional): Un toque al gusto si quieres que piquen.

Procedimiento

  1. Activando la masa, nuestro primer acto de fe: En un bol grande, mezcla la harina y el azúcar. En un cuenco pequeño aparte, disuelve la levadura (sea fresca o seca) con los 150 ml de agua tibia y una pizca del azúcar del bol. Déjala reposar 5-10 minutos hasta que veas que burbujea. ¿Ves esa espumita? ¡Está viva! Ahora, vierte esa mezcla de levadura y el aceite en el bol de la harina.
  2. El amasado (terapia antiestrés): Empieza a mezclar todo con una cuchara o espátula hasta que no puedas más. Luego, vuelca la masa en una superficie limpia y enharinada. Toca amasar durante unos 10-12 minutos. Al principio estará pegajosa y te cuestionarás tus decisiones, pero ten paciencia. Sigue amasando hasta que esté suave, elástica y no se pegue a las manos. Si está muy seca, añade un poquito más de agua; si está muy pegajosa, un poquito de harina. Forma una bola, ponla en un bol ligeramente aceitado, tápala con un paño húmedo o film transparente y déjala reposar en un lugar cálido durante 1 o 2 horas, o hasta que doble su tamaño.
  3. El aceite con súper poderes: Mientras la masa hace lo suyo, prepara el aceite perfumado. Calienta 50 ml de aceite de girasol en una sartén pequeña a fuego bajo con un puñado de granos de pimienta de Sichuan. Cocina por 3-5 minutos, sin que llegue a humear. El objetivo es que el aceite se impregne del aroma floral y ligeramente anestésico de la pimienta. Luego, cuélalo y desecha los granos. Ya tienes tu aceite mágico.
  4. El corazón del bao: el relleno: En un bol, pon la carne picada, la cebolleta, el jengibre, la salsa de soja, la salsa de ostras, el aceite de sésamo, el polvo de especias y 2 cucharadas del aceite de Sichuan que acabas de hacer. Mezcla todo bien con las manos.
  5. El momento de la verdad: formar los baozi. Cuando la masa haya duplicado su tamaño, pínchala para sacarle el aire (qué satisfactorio, ¿eh?) y amásala un minuto más. Divídela en 10 o 12 porciones iguales. Toma una bolita, aplástala con la palma de la mano formando un disco de unos 10 cm, más grueso en el centro y más fino en los bordes. Pon una buena cucharada de relleno en el medio.
  6. El legendario cierre: Ahora, el plisado. Con una mano sostienes el bao y con la otra vas pellizcando y girando el borde, creando pequeños pliegues hasta cerrarlo por completo en la parte superior. ¿Parece física cuántica? Si después de intentarlo dos veces el baozi parece una obra de arte abstracto, no te estreses. Plan B: ciérralo como una empanadilla. El sabor es el mismo y tu salud mental lo agradecerá. Coloca cada baozi sobre un cuadradito de papel de hornear para que no se pegue a la vaporera.

Dato interesante: Aquí es donde entra la leyenda de Zhuge Liang. Se dice que, para cruzar un río, los bárbaros locales exigían 50 cabezas humanas como ofrenda. Zhuge, que no estaba para tonterías, ordenó a sus cocineros que crearan estos panes rellenos de carne con forma de cabeza (la palabra “baozi” suena parecido a “cabeza de bárbaro”). Se los dio a los dioses y cruzó el río. Tú solo tienes que cruzar el pasillo hasta la cocina.

  1. El baño de vapor (el spa de los baozi): Pon a hervir un par de dedos de agua en una olla o wok. Coloca los baozi en la vaporera de bambú (o la que tengas), asegurándote de que no se toquen entre ellos (necesitan espacio para expandirse). Pon la vaporera sobre el agua hirviendo, tapa y cocina a fuego medio durante 15 minutos.
  2. LA REGLA DE ORO: Una vez pasados los 15 minutos, apaga el fuego y, por lo que más quieras, NO LEVANTES LA TAPA. Déjalos reposar con el fuego apagado otros 5 minutos. Si abres la tapa de golpe, el cambio brusco de temperatura hará que tus preciosos y esponjosos baozi se desinflen como globos tristes. Serenidad y paciencia.

Tips y Consejos de Chef

  • La salsa que lo cambia todo: La clásica para acompañar es una mezcla de salsa de soja, un chorrito de vinagre de arroz y unas gotas de aceite de sésamo. Si quieres llevarla a otro nivel, añade un poco de chile en hojuelas o ajo picado muy fino.
  • El truco antiadherente: Si no tienes papel de hornear, puedes usar hojas de lechuga o de repollo como base para cada baozi en la vaporera. Les dará un aroma sutil y te asegurarás de que no se peguen.
  • Prueba el relleno: Antes de rellenar todos los baos, cocina una pizca del relleno en una sartén. Pruébalo y ajusta la sal, las especias o el picante. Es tu última oportunidad antes de que quede sellado para siempre.
  • Piensa a futuro (modo prepper): Los baozi se congelan de maravilla. Una vez formados (pero crudos), colócalos en una bandeja sin que se toquen y mételos al congelador. Cuando estén duros, pásalos a una bolsa hermética. Se conservan hasta 3 meses. Para cocinarlos, simplemente ponlos congelados en la vaporera y añade 5-7 minutos extra al tiempo de cocción.
  • Variaciones del relleno: La base de cerdo es un clásico, pero no te cortes. Prueba con pollo y champiñones, un salteado de verduras con tofu para una opción vegetariana, o incluso un relleno dulce con pasta de judías rojas (anko). La masa es un lienzo en blanco.

Ingeniero civil de profesión, pero amante de la naturaleza y la buena comida. Desde niño me ha emocionado observar las plantas, animales y hongos. Me encanta aprender nuevas cosas sobre el mundo que nos rodea, por lo que he decidido compartir mis observaciones y conocimientos a través de este medio.

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